ni siquiera esperanza en lo absurdo, saberlo otra vez feliz, verlo en un torneo de pelota, enamorado de esas muchachas con las que bailaba en el club pequeña larva gris, animula vagula blandula, monito temblando de frío bajo las frazadas, tendiéndome una mano de maniquí, para qué, por qué
Julio Cortázar (1914-1984), en el cuento Ahí pero dónde, cómo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario